Cuando la vida se pone difícil no hay nada mejor que tener cosas que te reconfortan, cosas a las que vuelves porque te hacen sentir bien y te alivian un poquito el alma. Una de esas cosas para mí son los libros, el problema es que a veces me siento tan mal que no puedo ni siquiera aventurarme a uno nuevo. Últimamente veo mucha gente hablando sobre sus "comfort characters" o sus "comfort books" y eso me llevó a cuestionarme cuáles eran los míos. Aquellos libros y personajes a los que volvería con tal de sentirme bien cuando no encuentro la manera de hacerlo. Entonces, me di cuenta de que, en realidad, lo que yo tengo son autoras de confort. Por eso se me ocurrió traerles esta entrada.
También tengo un género de confort y lo mencioné en una entrada anterior: el romance. Historias que se centran únicamente en el romance y que todo lo demás es secundario. Esa es también la razón por la que miro comedias románticas hasta la saciedad y probablemente conozco todas las que existen. Antes me daba mucha vergüenza admitirlo, especialmente porque a la mayoría de las personas no les gusta que se reduzca una historia simplemente al amor. Pero para mí, es mi lugar seguro al que recurrir cuando necesito ser feliz un ratito. Es mi género favorito porque no importa las altas o bajas que hayan, al final siempre habrá un final feliz. Y encima son historias que no requieren mucho esfuerzo para leer, como sería el caso de una fantasía, por lo que es muy fácil perderse en ellas un par de horas. Sin mencionar que son relativamente cortas y puedes devorar una tras otra sin cansarte.
